Todas las tormentas pasan

Me considero una mujer inteligente, positiva y tranquila. Sin embargo esa mujer inteligente, positiva y tranquila suele desaparecer cuando mi inteligencia emocional me demuestra que está en 0. Siento que llegó la hora de que esa mujer inteligente, positiva y tranquila esté al 100% en todas las situaciones de la vida. En todas. 

Escribo esto para recordarme y recordarte que todas las tormentas pasan. Todas. Que con determinación y voluntad, todo se supera. Que con amor propio todo se vuelve más fácil. Y que con firme convicción de cambio, todos los milagros ocurren. El problema radica en que todo lo que estoy diciendo suena fácil pero la práctica es demasiado compleja. 

El uso de una agenda en la que escribo los highlights de mi día me ha ayudado un montón a conocerme. Hablar con las personas correctas y aprender a callar, también colabora a mi paz mental. Quizá la parte más complicada es manejar la forma en la que me hablo, o cambiar los pensamientos/recuerdos/ilusiones que tengo. Pero trabajamos en eso. 

Todas las tormentas pasan. Pero solo pasan cuando lo permites, cuando decides salir del vaso de agua y romperlo. Cuando aceptes que tu situación no es el fin del mundo. Cuando aceptes que haber perdido el trabajo le puede pasar a cualquiera, y que no es la vida que te odia. Todo es una lección. Cuando tu ex se amarra y te demuestra que sigue su vida, es una clara invitación a que sigas la tuya. Cuando el proceso de divorcio es doloroso, pero recuerdas que es una decisión tomada para tu bienestar emocional, algo que habías perdido a causa del que dirán. Todas las tormentas pasan.

Y cuando la tormenta pasa ocurren los milagros: dejas de cubrirte los ojos, tu corazón se siente libre y sientes paz. La tormenta te hizo fuerte. Reaccionas y te das cuenta que no puedes ser inteligente, positiva y tranquila todo el tiempo, pero que puedes manejarlo para no perder la compostura, ni la dignidad, ni esas cosas que debemos mantener por amor propio.

Chicas y chicos: todas las tormentas pasan, pero depende tanto de nosotros, de fijarnos metas chiquitas, grandes, de hacernos responsables de nuestras acciones, de aprender que llorar no es malo, pero que debemos alimentar nuestra inteligencia emocional y esto no es cuestión de edad solo de decisión. Decisión, voluntad y determinación. Todas las tormentas pasan. Hagan el intento y anoten hoy en su agenda como se sienten, y sigan así. Lo que puede pasar en un año es increíble, y lo que no pasó es porque no lo permitiste. 

Yo decidí ser la mujer inteligente, positiva y tranquila en todos los aspectos de mi vida. Y aunque me va a costar lo voy a lograr, porque tengo lo más importante: deseo de tener paz, de ser paz, de estar en paz. 

Empieza julio y yo solo puedo decirles: Todas las tormentas pasan.