(yo hago daño como hobbie)
Un día tuve la conversación equivocada con la persona correcta.
Tuvimos intenciones diferentes con las ganas parecidas.
Compartimos los mismos besos y coincidimos en muchos deseos.
Mientras yo olvidaba que estaba mal, él me recordaba que si lo estaba.
Ya no hablábamos. No era necesario.
Decidió enfriar los sentimientos.
Decidí jugar a lo mismo.
Recordé que siempre pierdo.
Nos volvimos a encontrar
-¿Ya me disculpaste?
-No, pero no importa.
-¿Cómo estás?
-Bien, y tú?
-Me leí el libro que me dijiste.
-No te creo.
- jaja, tu hobbie siempre me gustó.
-Leer no es un hobbie, leerte lo era.
-Yo hago daño como hobbie.
-Tuve que preguntarlo antes.
Y esa fue la conversación correcta con la persona imposible.
En ocasiones no son personas imposibles, solo personas que se encuentran en momentos incorrectos. También se llega tarde a las citas con el destino, a veces.
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