Yo, culpable.

'Si no hubiese reaccionado de esa forma...' 'Si me hubiese calmado...' 'Si lo escuchaba...' 'Quizá no soy tan comprensiva como pienso' 'Maybe sí estoy loca' 'Me desesperé' he escuchado estas frases en mi cabeza y en conversaciones con amigas, siempre días/meses después de terminar algún tipo de relación. 

Tenemos la manía y obsesión de sentirnos culpables. De asumir responsabilidad total. Estamos acostumbradas a que nos señalen con el dedo. Las mujeres le tienen terror al divorcio por el miedo a los comentarios de 'pobrecita, no pudo mantener su hogar', somos culpables hasta de las violaciones de las que somos víctimas, entonces ¿cómo NO vamos a ser responsables de nuestra ruptura sentimental? 

Patrón absurdo pero que tiene base en el hogar, la educación, la vida social. Nos creemos responsables de la separación incluso si él fue el que engañó, manipuló o golpeó. La sociedad nos dice: 'Lo descuidaste'. 'Lo provocaste'. 'Tú sabías que él era así'. Y nuestra cabeza solo afirma y el corazón pelea, grita y dice que no es cierto, pero nuestro cuerpo ya habló. 

No somos perfectas, y por supuesto que debemos hacernos cargo de nuestras acciones; el problema radica en que tomamos la responsabilidad de ellos como nuestra. Por lo general con rupturas recientes, nos encanta crear una excusa para arrancarle la culpa a ellos y asumirlo nosotras: 'No tuve que haber tocado ese tema' 'Él es así y yo lo provoqué' 'Él es un caballero, pero no sé que le pasó'. 

Insisto, tanto hombres y mujeres somos responsables de nuestros actos; somos seres imperfectos que deseamos amar y ser amados. Las relaciones son de dos, y la responsabilidad -por lo general- es compartida. Alguna vez alguien me dijo que yo lo empujé a ser 'así' y que si las cosas no iban a funcionar era por mí. Entenderán que esa frase me costó más que un llanto. Dos libros de Walter Riso, un playlist en Spotify  y una psicóloga después, entendí algo que no salió de mi cabeza por semanas. 

Me lo dijo mi psicóloga: Nosotras somos el volante de nuestras relaciones, ellos los copilotos...emocionalmente no tienen capacidad para manejar este auto emocional. Sin embargo el choque siempre es compartido, pues el auto es de las relaciones. A esta altura parece contradicción, sin embargo luego entendí que a pesar de no tener la capacidad de manejar relaciones y emociones, los hombres son seres de decisión...están donde está su deseo. Si ese hombre se quiere lanzar de ese carro, es tu responsabilidad preguntarle: ¿seguro?. Si lo hace y muere NO es tu problema. Él lo decidió. Tú hiciste la pregunta, tú manejaste el auto, tú hiciste un camino. 

No, definitivamente no somos perfectas, ni somos las dueñas de la verdad, ni tu palabra está escrita en piedra. Somos increíblemente intuitivas, pero también somos claramente ahuevadas. Nos cuesta cortar, separar, dejar, soltar, la intuición nos grita: Sigue...vas bien y La Culpa nos susurra: Este desastre es tu culpa, quédate, repáralo, ¿no vas a dejar esto así verdad? Y así nos quedamos arreglando (intentando por lo menos) a personas que ni siquiera les interesa ser arregladas. 

Dependerá mucho de nosotras filtrar la responsabilidad de la ruptura y entender hasta donde llega nuestra parte. Y esta regla será dejando los prejuicios sociales afuera del cuadro, eliminando las fotos de los dos, subiéndole el volumen a la voz del amor propio, la única que te dice cosas que suman, que te comas ese bolón pero que sea el único de la semana por respeto a tu salud, la que te explica que no es necesario dar explicaciones, la que no permite que te dejes pisotear por nadie. 



Comentarios

  1. Leí tu post, y quiero aportarte algo, desde mi punto de vista:

    Una relación es un equipo, forman una pareja. No se puede definir a los hombres como iguales, meter a todos en una caja y empaquetarlos; sino todos fuéramos los que somos infieles o herimos a las mujeres, y eso no es verdad. Retomo la idea original, una pareja es un equipo. Al igual que en tu vida cotidiana, los equipos se complementan, cada uno tiene fortalezas y debilidades. Las mujeres, por excelencia e historia, son las más "sentimentales", y el hombre es el "proveedor".. Y sin quitarle el peso de cada uno -que lo lleva en la relación-, eso debe funcionar como un equipo, entregando y delegando responsabilidades, roles, decisiones, etc..

    Lo que mencionas de "la voz interior" lo tenemos todos, tanto mujeres como hombres.. y sabemos que toda acción tiene su reacción.

    De igual manera, la responsabilidad de que una pareja rompa, no es de quién decide terminarla: se recorrió un camino, alguien cometió cagadas (perdonables o no), o sencillamente -lo que algunos llaman madurez- se decide que la relación no te da "paz" (como leí en otro post). Nadie debe estigmatizarse porque una relación no funcionó, o porque se cometió un error en un punto "x", y la otra persona no te lo perdonó.

    Somos únicos, con defectos y virtudes, quien está a nuestro lado, debe entenderlas, sino: ahí está la puerta. Toda ruptura duele, pero el dolor no es para siempre.

    Me he divertido leyendo un par de post, sigue adelante.

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    1. Muchísimas gracias por tu aporte. De acuerdo contigo, y como lo digo en el post 'hombres y mujeres somos responsables de nuestras acciones'. Las mujeres por nuestro lado, tenemos las manía de sentirnos culpables de cosas, que como dices tú 'del trabajo en equipo'. Gracias por leerme, un abrazo.

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