Se acabó.

Acabas de terminar con tu novio y sientes que el mundo está encima de ti. Sientes que nada es justo, y quieres pensar que esto es un sueño. No te voy a decir que esto es una etapa y que lo vas a superar. Siendo sinceras, probablemente nunca lo superes y lo pases comparando con tus futuros novios. Aunque sería mentirte, decir que vas a estar triste para siempre. Un día te vas a levantar y no vas a llorar más. 
Hablando de llorar, ¿ya lloraste?. Es normal. No todas lo hacen ¿sabes?. Algunas lloran en ese instante, otras después de la borrachera de su vida, otras después de meses. Otras, muy pocas realmente, deciden que no es necesario y llevan su luto de otra forma. Sé que quizá hablaron de matrimonio, de vivir juntos, de los nombres de los perros. Sé que sientes que perdiste al padre de los hijos que nunca quisiste tener. No tengo idea la razón del fin de tu historia con el individuo, pero te aviso algo: el susodicho, en algún momento, volverá a aparecer. Y unas regresarán, porque la pelea no fue tan fuerte. Otras estarán firmes en su decisión porque hubo más que un mal comentario del lado contrario. Pero no sabemos cuando pase esto. Te empiezas a preguntar cuándo se te va a pasar todo esto. Empiezas a hacer planes, a cancelarlos, a inventar una excusa que te permita llorar en la cama. En la casa es más comodo y menos bochornoso que en un bar. 
Borraste su número obvio. En vano porque te lo sabes de memoria. Lo bloqueas de Instagram. Borras las fotos poco a poco, sin ser tan dramática.   Por si acaso regrese. Lo vuelves a agregar porque quieres leer el estado de su whatsapp. No, no. Le pides a tu amiga que lo agregue y revise. Empiezas a odiarlo porque parece que está bien. Parece que no le está doliendo como a ti. Tranquila. Le duele. A su manera, claro está. ¿Qué haces? ¿Lo vas a llamar? Te cuento que eso también es normal. Empiezas a pensar que tienes parte de la culpa. No te desconcentres del trabajo. Tienes deberes, no te olvides. Tienes los ojos hinchados. ¿Lloraste mientras te bañabas? Básico. Ya no quieres estar triste, y no te culpo. No es nada bonito. No, no va a regresar. No hay llamadas, no hay mensajes. Y te resignas. De una manera compleja te resignas. Quizá tú sabías que él no iba a regresar. Quizá en un mes más.  Bueno, por lo menos ya no lloras. Mientras trabajas, recuerdas que le dijiste 'que es lo mejor que te ha pasado en la vida' y te ríes. De ti, obvio. Mira, te escribió. Qué como estás, que qué has hecho, que te dejes ver. Como si nada ha pasado el muy hijodeputa. Como si no lloraste, cancelaste citas y te desangraste en Twitter. Hijueputa. Le respondes porque no quieres quedar como ardida. Bien, trabajando, ando ocupada. Te das cuenta que aunque te emocionaste no te duele tanto. Que apareció. Como inconscientemente lo esperabas. Decides que es hora de tomarte una cerveza con tu mejor amiga. Para contarle el chisme. Y que aproveche y que invite a los amigos de la foto que viste la otra vez en Instagram. Han pasado 5 meses desde que te bajaste del carro llorando. No, no estás celebrando que apareció, solo hoy no quieres estar en tu cama viendo netflix, revisando IG, leyendo twitter, pineando en Pinterest. Hoy quieres tomarte una cerveza con el próximo idiota que intentará romperte el corazón o enamorarte. Lo que logre primero.

Fin del capítulo:
https://www.youtube.com/watch?v=c-Dgv8KBytI

Comentarios

  1. "TUVE MIEDO QUE ME DEJARAS. LUEGO TUVE MIEDO DE NO PODER ALEJARME DE TI. AHORA TENGO MIEDO DE NO PODER OLVIDARTE. YA NUNCA"
    1. Que hijodelagrandisimapt.
    2. El próxima idiota que intentara romperte el corazón o enamorarte. Lo que logre primero.
    3. La misma frase.

    Congratulations Juzz..!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario ♥

Entradas populares