¿Qué haces? - Investigando por qué no hay cajeros de raza negra en los Bancos.

Seguramente hasta que no lo planteé, usted ni siquiera se había percatado de que efectivamente no hay cajeros afroecuatorianos en los bancos de nuestra ciudad. Me pasó algunas veces cuando le contaba a amigos que andaba investigando sobre esto, la sorpresa era la misma y en el fondo más que el tema en sí, me sorprendía la reacción de ligereza y del ‘no me había fijado’.

Al inicio de mi investigación llevaba este prejuicio: que si no habían personas afroecuatorianas en las instituciones financieras, definitivamente la culpa la tenía Recursos Humanos. A medida que avanzaba me di cuenta que estaba equivocada o por lo menos en gran parte. No se emocione, no descubrí el agua tibia, solo confirmé algo que por lo visto había sido pasado por alto.

En Guayas el 9,7% se identifica como afroecuatoriano, siendo Guayaquil una de las principales ciudades que acoge a este grupo de personas según el Instituto Nacional de Estadísiticas y Censos (INEC) y esto solo para hacer mi relato más formal y ubicar a nuestra ciudad como punto migratorio de ciertas minorías.

Recorrí 13 bancos del centro de Guayaquil, y no,  no había ni un cajero o cajera de raza negra; a veces tenía la esperanza que estén almorzando porque había muchas cajas vacías. Mi animal mitológico favorito es aquel banco donde estén todas las cajas habilitadas. En el Banco de Fomento encontré a una mujer afroecutorianaen el puesto de información. Era alta y robusta. Pero no manejaba dinero, no estaba en caja.

En este banco y en otros más pequeños pude sentarme a observar a los cajeros, porque no había mucha gente y las instalaciones tienen sillas, y yo estaba cansada. Vi que no eran blancos caucásicos, eran mestizos, había trigueños, unas mujeres muy maquilladas, otras algo desaliñadas, pero nada del otro mundo.

Los más complicados de observación fueron el Banco de Guayaquil, Pacífico y Bolivariano. Eran muchas cajas, y había mucha gente. Sin embargo fue fácil percatarse que aquí las mujeres estaban bien arregladas, unas eran ‘gorditas’, casi siempre hay una pelirroja por banco, altas, chiquitas. Y los hombres muy bien presentados.

Y no estoy juzgando, ni quiero llamar a nadie de alguna forma, solo lo comento porque muchos tienen la idea que en las cajas de los bancos hay modelos 90-60-90 y que para ser cajeros deben cumplir un grupo de requisitos. Y por decirlo de alguna forma ‘hay de todo’ menos negros.

Conversé con Javier Guerrero, experto en RRHH y psicólogo, y me contó algo que yo ya me imaginaba: Los afroecuatorianos no aplican para este puesto. Prefieren otros tipos de trabajo. Le comenté mi idea de que quizá las exigencias de los bancos no los incluía y me dijo que en su experiencia ningún Banco le ha dicho: ‘gente de raza negra no’.

En cierta forma hemos avanzado, y lo que realmente me alegra es que no ‘nos hayamos percatado’. ¿Por qué?, fácil, le comenté a Javier como la gente se sorprendía cuando les decía de esto y me dijo:

‘-Así es el guayaco, descomplicado, ahora por cuestiones de todo algo desconfiado, pero su naturaleza es descomplicada. Sí había uno, tampoco se iba a fijar.'

Probablemente muchos no se animen a aplicar porque asumen que no van a ser escogidos, porque quizá piensen que el resto cree que no confía dinero en sus manos.

Ahora, si Javier tiene razón de aquí a unos años, encontraremos afroecuatorianos en caja, y sé que nunca va a faltar el retrógrado que envíe su comentario, pero tengo esperanza que cuando pase eso, y un tonto quiera decir algún comentario racista, en vez del ‘SIGA’ (horrible por cierto) que se escucha en los bancos, escuchemos un ‘Cállate’ masivo.

Ahora sí, ‘SIGA’.