Decisiones de mierda y de paz.

Quisiera que exista un límite para la toma de malas decisiones. Lo necesito URG. ASAP. No digo que a veces no tomo buenas, no digo que no veo resultados con mis buenas decisiones. Los veo, los disfruto, me alegro por mí, y tomo biela en nombre de mis aciertos. Pero, al parecer, por cada buena decisión  tomo 5 malas y así no sale. Así no se puede. Camino decidida hacia mi meta buena, me pongo tacos, me maquillo, y hasta me peino para llegar. Me pasa en las cosas más simples y en las más cotidianas, incluso en las que se requiere pensar con el corazón y con otros órganos que no deben decidir cosas.  Dejo el azúcar y bajo de peso ¿cómo celebro? comiendo Tere, bebiendo, regresando al azúcar. Simple. Me alejo lo suficiente de él, tanto que puedo decirle al mundo que soy una mujer ‘ex free’ ¿cómo lo logré? Fijándome en alguien  que estoy segura, nunca podría tener una relación. Órganos que no deberían decidir.

Mis malas decisiones han tenido como resultado:
  • ·         Llanto en el escritorio y baño del trabajo.
  • ·         Compra de tickets de avión que nunca pensé comprar.
  • ·         Compras impulsivas (hace poco me compré un librero, lo necesitaba igual, gracias)
  • ·         Ansiedad a las 04:34 am.
  • ·         Audios que pasan los cinco minutos para Mabe.
  • ·         Búsquedas de trabajo en otra ciudad.
  • ·         Dietas estúpidas.
  • ·         Sedorm
  • ·         Más malas decisiones.


Mis buenas decisiones también han desencadenado situaciones:
  • ·         Paz.

Quizá esperaban más ítems, pero la realidad es que cuando tengo paz, tengo todo. Más trabajo, más amor, más dormir sin despertar con un nudo en la garganta a las 04:34. Quiero que sepan que estoy consciente de mis decisiones de mierda, que sé que cuando contesto cierto mensaje, respondo una llamada, o simplemente decido seguir en algo que no me lleva a ningún lado pienso ‘eres una huevada y te harás cargo de las consecuencias’. Las decisiones de mierda las tomo rápido. No las pienso tanto y por eso vienen en combo.

Las decisiones de paz, las analizo más, contrario a lo que puedan pensar tomar decisiones buenas es complejo (para mí). Entiendo que va a llegar la paz, pero me asusta el reflejo del dolor que quizá pueda sentir al tomarla. Algún día escribí ‘Las buenas decisiones tienen un sabor amargo al inicio, pero después saben a chocolate caliente’ sin embargo, alguien me dijo que no siempre era así que existían buenas decisiones que sabían a chocolate caliente de inmediato. Pensaba que necesito que las decisiones de paz tengan sabor a whisky.

Supongo que uno nunca deja de tomar decisiones de mierda, quizá es cuestión de madurez y amor propio. Quizá simplemente nos asusta la paz, porque no sabemos cómo hacer cuando todo sale bien. Por mi lado, intento tomar al día una decisión de paz. Las de mierda llegan solas. Por esas ni me preocupo.

Saludos

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